"Azcárraga renuncia en medio de escándalo: FIFA destapa sobornos millonarios en el fútbol mexicano"
- Jaime Alfonzo
- 25 oct 2024
- 5 Min. de lectura

FFC Fútbol Fuera de Cancha:
Columna de opinión de Jaime Alfonzo
"Azcárraga renuncia en medio de escándalo: FIFA destapa sobornos millonarios en el fútbol mexicano"
El fútbol mexicano está atravesando uno de los momentos más delicados de su historia reciente. Lo que parecía un rumor o una sombra sobre el deporte más popular del país ha estallado en un escándalo de proporciones internacionales: la FIFA está investigando a Grupo Televisa por posibles sobornos millonarios, que superarían los 15 millones de dólares, para influir en decisiones relacionadas con el fútbol en México.
La noticia ha provocado la renuncia de Emilio Azcárraga, presidente de Grupo Televisa, en un movimiento que muchos esperaban desde hace tiempo pero que no se había concretado hasta ahora. Lo que para muchos era un secreto a voces, finalmente ha sido destapado por la investigación de la FIFA, que ha sacudido las bases de uno de los clubes más icónicos del país: Club América.
Un escándalo con raíces profundas
La relación entre Grupo Televisa y el fútbol mexicano ha sido estrecha y controversial durante décadas. Como propietario del Club América, uno de los equipos más populares y polarizantes de la Liga MX, Televisa ha tenido un papel central en la estructura del balompié nacional, no solo como dueño de un club, sino también como actor principal en la comercialización y transmisión de los partidos.
El América ha sido históricamente un club envuelto en polémica, desde las decisiones arbitrales cuestionables a su favor, hasta la percepción de tener "influencia" en las decisiones del fútbol mexicano a través de su poderoso propietario. Aunque muchos aficionados del América lo defienden como “el club más grande de México” por su historia y número de títulos, el hecho de que su presidente esté siendo investigado por sobornos lanza una sombra sobre su grandeza.
Las consecuencias para el fútbol mexicano
El fútbol mexicano no es ajeno a los escándalos. Recordemos que en los últimos años también han ocurrido situaciones que, en su momento, parecían desconectadas, pero que hoy toman relevancia en el marco de esta investigación. Jesús Martínez, el entonces presidente del Grupo Pachuca, renunció sorpresivamente a su cargo en 2021, lo que levantó sospechas sobre posibles tensiones dentro de la Liga MX y su relación con otros clubes influyentes.
Alejandro Irarragorri, presidente de Grupo Orlegi y dueño de clubes como Santos Laguna y Atlas, también ha sido protagonista de tensiones dentro de la liga y ha estado bajo el escrutinio público.
Ambos presidentes, Martínez e Irarragorri, representan dos de los grupos empresariales más poderosos del fútbol mexicano. Aunque no existen pruebas directas que los relacionen con las acusaciones contra Televisa, sus salidas de la escena directiva coinciden con un clima de creciente desconfianza en las estructuras del fútbol mexicano. Es posible que estos movimientos estuvieran relacionados con la necesidad de desvincularse de los posibles escándalos que ahora están viendo la luz. De hecho, muchos analistas sugieren que estas renuncias podrían haber sido estrategias preventivas para evitar verse arrastrados por las olas de este mar de corrupción.
La salida de Azcárraga representa, además, un golpe simbólico para la hegemonía que ha tenido Televisa en el fútbol mexicano. Durante años, las críticas se centraron en cómo la influencia del conglomerado mediático afectaba el desarrollo de la liga, desde los contratos televisivos hasta la forma en que se distribuían los derechos de transmisión.
La FIFA y su investigación en México
La FIFA, bajo el liderazgo de Gianni Infantino, ha buscado en los últimos años limpiar su imagen tras el gigantesco escándalo de corrupción conocido como FIFA Gate en 2015. Este episodio reveló una red de corrupción a nivel global que incluía sobornos en la asignación de sedes para la Copa del Mundo y otros grandes eventos deportivos. Ahora, la atención parece estar centrada en México, donde los indicios de prácticas irregulares en torno al fútbol parecen haber alcanzado un punto crítico.
La investigación sobre los 15 millones de dólares en sobornos no es una cantidad menor. Este tipo de transacciones cuestionan la integridad del fútbol mexicano en su totalidad. ¿Estamos ante una liga donde el dinero tiene más poder que el talento en el campo? ¿Cuántas decisiones han sido influenciadas por intereses económicos ocultos y no por el desempeño deportivo?
Este escándalo no solo afecta a Televisa y al Club América, sino que pone bajo la lupa todo el ecosistema del fútbol mexicano, desde sus principales directivos hasta la propia Liga MX y la Federación Mexicana de Fútbol. Si la investigación de la FIFA llega a conclusiones definitivas, el impacto podría ser devastador para la credibilidad del deporte en el país.
¿Debería el Club América ser llamado "grande"?
La frase "somos los más grandes" ha sido un eslogan recurrente entre los aficionados del Club América, basándose en su historia de títulos y su dominio mediático. Sin embargo, un club no solo es grande por sus trofeos o su poder económico; la grandeza también reside en la ética y la transparencia con la que se maneja fuera de la cancha.
El hecho de que un club cuyo presidente esté siendo investigado por sobornos y corrupción siga siendo considerado grande por algunos es un reflejo de la falta de autocrítica en el fútbol mexicano. La grandeza no solo se mide en títulos, sino en la capacidad de representar los valores del deporte: el juego limpio, la honestidad y la justicia.
Con este escándalo, el Club América está en riesgo de perder algo mucho más importante que un campeonato: su legitimidad moral ante el país y el mundo del fútbol. Si el proceso concluye con sanciones, el club podría enfrentarse a una crisis de reputación difícil de recuperar, afectando no solo su imagen, sino también la de la liga y el fútbol mexicano en general.
El futuro del fútbol mexicano
Este escándalo, junto con las anteriores renuncias de figuras como Jesús Martínez y Alejandro Irarragorri, plantea la pregunta de si estamos en el umbral de un cambio radical en la forma en que se maneja el fútbol en México. La liga ha sido criticada durante años por su falta de transparencia, la monopolización de derechos televisivos y la poca competencia real en los altos mandos.
La Liga MX y la Federación Mexicana de Fútbol tienen ahora la responsabilidad de tomar medidas claras y decisivas para demostrar que el fútbol mexicano puede reformarse. De lo contrario, el deporte que tantas alegrías ha dado al país podría verse sumido en una crisis de confianza sin precedentes.
En resumen, estamos frente a un momento crucial para el fútbol mexicano, donde las investigaciones de la FIFA podrían destapar más que solo sobornos, sino también una cultura de corrupción que ha estado presente por años. ¿Será este el punto de quiebre para que el fútbol en México recupere su honor y credibilidad, o seguirá cayendo en el abismo de la desconfianza? Solo el tiempo lo dirá.
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