Tributo a Hirving Lozano
- Aurelio Valenzuela
- 23 dic 2024
- 3 Min. de lectura

Cóndor:
Columna de opinión de Aurelio Valenzuela
Tributo a Hirving Lozano
Como entrenador de más de 80 años y exjugador profesional de fútbol, he tenido el privilegio de vivir experiencias que quedan grabadas en el corazón. Desde mis días en San Luis Quillota como jugador, y dirigiendo a clubes como Santiago Morning, Audax Italiano y Cobresal, entre otros en Chile, hasta representar a mi país en la selección nacional, cada paso ha dejado huellas imborrables.
Posteriormente, mi aventura en México al mando de Querétaro en 1994 y Nacional Tijuana entre 1998 y 2003 reafirmó mi pasión por el fútbol y mi compromiso con el desarrollo de este deporte. Gratos momentos con la afición y jugadores, pero casi siempre desagradables con los propietarios de los clubes. Hoy, al reflexionar sobre esos momentos, no puedo evitar conectar mis vivencias con la emotiva despedida que el PSV de Holanda le otorgó al mexicano Hirving “Chucky” Lozano.
El pasado 22 de diciembre, durante el encuentro entre PSV y Feyenoord, la afición del Philips Stadion coreó el nombre de Lozano, clamando por su ingreso al campo. El entrenador Peter Bosz respondió a ese llamado, sacando a Ivan Perisic para darle al “Chucky” cuatro minutos de despedida. Fue un momento cargado de emoción. La ovación que recibió Lozano refleja el impacto que tuvo durante su paso por el club, con el que conquistó dos títulos de liga. Ahora, mientras se prepara para unirse al San Diego FC en la MLS, queda claro que su legado en Eindhoven permanecerá vivo en el corazón de los aficionados.
Recuerdo mis propias despedidas de los clubes que formaron mi carrera. La gratitud de la afición, las palabras de aliento de los compañeros y el respaldo de los entrenadores son tesoros que uno guarda para siempre. A veces uno no tiene la fortuna de ser despedido de una forma digna; la mayoría de las veces son despedidas conflictivas. En México, con el tiempo he cosechado frutos a través de personas que han llegado a mi vida por medio de los clubes que dirigí, como el Querétaro y el Nacional Tijuana. ¡Qué regalo tan valioso es el reconocimiento sincero del esfuerzo y la dedicación!
Como chileno radicado en México, siento un gran aprecio por los futbolistas mexicanos, especialmente aquellos como Hirving Lozano, que han llevado carreras ejemplares. Considero que el “Chucky” está entre los tres mejores futbolistas de México, junto a leyendas como Hugo Sánchez y Javier “Chicharito” Hernández. Es admirable su capacidad para sobreponerse a la falta de reconocimiento en los medios mexicanos y su exclusión en ciertos momentos clave, como lo fue bajo la dirección técnica de Jaime Lozano. Sin embargo, estoy seguro de que su talento y profesionalismo serán un gran aporte para el crecimiento de la MLS.
Algo que nunca alvaidare en la trayectoria de Lozano en su paso por Italia en el Napoli es un testimonio de perseverancia. A pesar de no ser la primera opción para el entrenador Gennaro Gattuso, quien inicialmente no lo quería en el club, Hirving demostró su valía en el campo, contribuyendo significativamente al éxito del equipo. Esta situación me recuerda la experiencia de Iván Zamorano en el Real Madrid, cuando Jorge Valdano le comunicó que sería su última opción como delantero. Sin embargo, Zamorano respondió con determinación, convirtiéndose en el goleador de la temporada y dejando una marca indeleble en la historia del club.
El fútbol nos da lecciones constantes. En el caso de Lozano, su despedida en el PSV me recuerda la importancia de construir puentes y dejar huellas positivas dondequiera que vayamos. La conexión entre jugadores, entrenadores y afición es un vínculo que trasciende estadios y fronteras.
Se que lo más valioso no es sólo llegar a lo más alto, sino cómo impactamos a los demás en el proceso. Hirving Lozano es un ejemplo vivo de esto. Al igual que yo llevo conmigo los momentos vividos en cada club, el “Chucky” llevará el cariño y agradecimiento de Eindhoven a su próxima etapa en San Diego.
El fútbol es un viaje lleno de despedidas y nuevos comienzos. Lo que permanece son los recuerdos y las huellas que dejamos en quienes comparten el camino con nosotros. A Hirving Lozano, mis mejores deseos en esta nueva aventura, y a todos los que han sido parte de mi historia, mi eterna gratitud.
Комментарии